Ellos

dad-602137__180Iba a titular este post «me gusta ser mujer» pero sonaba demasiado a anuncio de compresas,  releyendo los títulos de las otras entradas me he dado cuenta de que tienen guiños literarios pero no se me ocurría nada en esa línea así que pensé ¿pero tú de qué vas a hablar? ¿de ellos no? Pues ya tienes título,  lista. Y eso he hecho.

Ellos,  los papis.  Los que no se quedan embarazados,  quienes no saben qué es parir,  ni engordar 10 kilos, o ver como sus tetas cambian de tamaño y forma unas cuantas veces en un breve espacio de tiempo.

Pero también son los que, al menos en mi caso,  aguantan nueve meses un continuo síndrome premenstrual, te dicen lo guapa que estás cuando tienes tal barriga que ni te ves los pies y te miran con cara de póquer cuando sostienes un body monísimo con pajarita incorporada.

Les llevamos nueve meses de ventaja, pobres, toda una vida,  dirán algunos, o la vida de una especie,  dirán otros.  Y si nosotras nos sentimos madres desde que intuimos que lo somos, ellos no son conscientes hasta que cogen a esa pequeña cosita en sus brazos.  Y en ese momento comienza la transformación. Si hasta entonces tu pareja no había sostenido un bebé en su vida,  como si por hacerlo se le fuera a pegar algo malo,  y tú te preguntabas ¿qué narices haremos cuando nazca el nuestro? verás como la primera vez que lo tenga en sus brazos te darás cuenta de que ha nacido un bebé pero también un padre.

Me di cuenta de lo mucho que quería a mi marido cuando al pensar en nuestro hijo lo que más deseaba era que se pareciera a él. Porque para tener un hijo hay que quererse,  para casarse no hace tanta falta, vamos,  si os queréis mejor… pero para ser padres es condición indispensable. No entiendo a esas parejas que tienen un hijo para ver si «lo arreglan»,  ¡cazurros,  lo vais a fastidiar aún más!Tener un hijo es maravilloso pero las noches sin dormir, los lloros, las rabietas, cómo cambia tu vida,  que ya no es tuya… no puedo imaginarlo sin la confianza y apoyo del otro.

A veces parece que lo tengan más fácil que nosotras,  en cuanto a maternidad y crianza me refiero, de lo demás mejor ni hablamos, pero cuando vuestro marido os ve sufriendo en el parto y dice que se cambiaría por vosotras u os reprocha entre risas que él no tiene tetas, sabed que lo dice en serio. Seguro que cambiaría su papel de segundón por el de protagonista,  aunque puede que la naturaleza sea tan sabia que haya dejado en manos de la mujer tal tarea por miedo a la extinción de la especie(¿me he pasado?) ademas, la pregunta es si nosotras les dejaríamos.

En cualquier caso y aunque no venga mucho a cuento, no es el día del padre ni ningún invento de esos de El Corte Inglés, me apetecía darles, a cada uno de ellos, una palmadita en la espalda.  Al mío le daré también un beso en cuanto nuestro hijo se despierte y pueda levantarme del sofá.  Ya sabéis papis,  si hoy os lleváis un beso de más,  dadme las gracias.

Ellos

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